Escrito por Redacción 4DIARIO
octubre 7, 2025

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: «Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude».
El Señor le respondió: «Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará».
Las palabras de los Papas
Fue mandado por Dios Gabriel a la ciudad de Nazaret para anunciarle a Ella —y en Ella a todo el género humano— la misión del Verbo. Sí; Dios quiere mandar a su Eterno Hijo a fin de que, haciéndose hombre, pueda dar al hombre la vida divina, la filiación divina, la gracia y la verdad. La misión del Hijo comienza precisamente entonces en Nazaret. cuando María escucha las palabras pronunciadas por boca de Gabriel (…) El Verbo, de la misma sustancia del Padre, se hace carne en el seno de la Virgen. La Virgen misma no puede comprender cómo ha de realizarse todo esto. Por tanto, antes de responder «hágase en mí», pregunta: «¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón?» (Lc 1, 34). Y recibe la respuesta determinante: «El Espíritu Santo vendrá obre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por esto el hijo engendrado será santo, será llamado Hijo de Dios… porque nada hay imposible para Dios» (Lc 1, 35-37). (San Juan Pablo II – Homilía en la Santa Misa en el Santuario de Pompeya, 21 de octubre de 1979)