El retroceso representa una caída de 48 puntos respecto del viernes y una baja acumulada del 8,8% en lo que va de noviembre.

El riesgo país de Argentina descendió este lunes por debajo de los 600 puntos básicos, su valor más bajo desde enero. El indicador que elabora JP Morgan tocó un mínimo intradiario de 596 unidades, luego subió levemente a 603 pasado el mediodía y finalmente cerró la jornada en 599 puntos.

El retroceso representa una caída de 48 puntos respecto del viernes y una baja acumulada del 8,8% en lo que va de noviembre. Para encontrar una cifra similar hay que remontarse al 14 de enero pasado, cuando el índice se ubicó en 580 puntos.

Según analistas del mercado, la mejora responde a expectativas de acceso a financiamiento internacional, la posible colocación de deuda en el exterior y el anuncio de recompra de bonos por parte del Gobierno.

El riesgo país, que mide la confianza de los inversores sobre la deuda soberana argentina, se redujo a la mitad desde las elecciones legislativas. Este descenso fue clave para reabrir la posibilidad de financiamiento externo a tasas más bajas, un objetivo que el Ministerio de Economía busca consolidar.

En este contexto, los bonos argentinos en el exterior comenzaron la semana con subas superiores al 2%, mientras que las acciones locales que cotizan en Wall Street también registraron alzas: Telecom (6,8%), Globant (4,4%), Loma Negra (4%) e YPF (3,1%).

En cuanto al tipo de cambio, el dólar oficial cerró a $1445 en el Banco Nación; el dólar blue cotizó a $1425; el MEP, a $1458; y el contado con liquidación (CCL), a $1477.

El foco del mercado se mantiene en la política monetaria y cambiaria, luego de que el ministro de Economía, Luis Caputo, anunciara un plan de recompra de deuda soberana y fortalecimiento de reservas internacionales, en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Si bien distintos analistas recomiendan una mayor flexibilidad cambiaria, el Gobierno ratificó el esquema actual, con un techo de $1500,99 para el dólar, aunque ese control podría dificultar el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas.
De acuerdo con las metas vigentes, el Banco Central debería sumar US$9000 millones antes de fin de año para cumplir con lo acordado con el FMI.